El Cardenal Osoro, en la ordenación sacerdotal del P. Pou, L.C.: “Rafael, dar el amor de Dios va a ser tu oficio: muestra el rostro de Cristo”

“Dar el amor de Dios va a ser tu oficio. No tendrás otro. Entrega el amor de Dios. Los demás van a poder, a través de tu vida, ver el rostro del mismo Jesucristo”. Esta es la vocación a la que ha sido llamado el P. Rafael Pou, L.C., tal y como explicó el Cardenal Arzobispo de Madrid, don Carlos Osoro Sierra, en la misa de su ordenación sacerdotal, el domingo 11 de octubre. La ceremonia, que tuvo lugar en la parroquia de Santa María de Caná, en Pozuelo de Alarcón, estuvo concelebrada por numerosos sacerdotes legionarios de Cristo venidos de diferentes partes de España, algunos de Chile y México, así como de sacerdotes diocesanos que quisieron unirse a la celebración. En las primeras filas, los padres, hermanos y demás familia del P: Rafael Pou, y no faltaron a la celebración amigos venidos desde Barcelona, miembros de toda la familia Regnum Christi, y compañeros y amigos de la Universidad Francisco de Vitoria y de la sección de jóvenes de Ronda-UFV, donde actualmente está destinado.

Durante las letanías de los santos

Ser fiel, alegre, otro Cristo en la tierra

La ceremonia se retransmitió online. El P. Javier Cereceda, Director territorial de los legionarios e Cristo en España, daba la bienvenida a cámara a quienes se conectaron a través de las plataformas digitales: «Es un momento privilegiado para un cristiano poder asistir a algo tan increíble como que Jesucristo baje a configurar a la tierra a otro hombre como otro Él», explicaba. «Gracias por acompañarnos, es una fiesta para todos los Legionarios de Cristo, para toda la familia del Regnum Christi, para toda la familia del padre Rafael que está aquí acompañándolos, y os invito a participar en la celebración con la oración, a que recéis por este sacerdote para que Dios nuestro Señor le conceda la gracia de ser fiel, de ser alegre y de ser otro Cristo en la tierra. Gracias por acompañarnos y por estar ahí», dijo el P: Cereceda. Minutos después, comenzaba la celebración. 

 

Durante las letanías de los santos

Ser para Cristo

El Cardenal de Madrid inició su homilía dirigiéndose al P. Rafael explicando que hoy “el Señor te regala su propio ministerio y su propio misterio. Tu presencia como presbítero en la Iglesia va a acercar a Cristo a quienes tú dediques el ministerio según te vayan diciendo en la obediencia que debes en tu congregación”. También quiso recordar en este primer momento de la homilía que “el Señor hoy transforma tu vida de tal manera seas en Él, por Él y para Él”.

El P. Javier Cereceda, director territorial de los Legionarios de Cristo en españa, revistiendo al P. Rafael Pou

“En primer lugar has de mostrar el rostro de Cristo”. Esta es la razón por la que el P. Rafael se ordena sacerdote. Y citando la primera lectura de la Misa (Is 25, 6-10), la tarea del presbítero, al igual que el profeta Isaías, es decirle al mundo: “Aquí está nuestro Dios”. Y explicó el Cardenal Osoro: “Han de ver la presencia de alguien, que lo hace en nombre de Cristo, pero lo hace con su propia persona. Muestra el rostro de Cristo”.

El Señor te regala su propio ministerio y su propio misterio

El P. Rafael Pou y sus padres Mati y Rafa, fundidos en un abrazo al final de la ceremonia

Entregar el amor de Dios

“Dar el amor de Dios va a ser tu oficio. No tendrás otro. Entrega el amor de Dios. Los demás van a poder, a través de tu vida, ver el rostro del mismo Jesucristo”, advirtió el arzobispo de Madrid.

En este momento, el Cardenal Osoro quiso hacer una referencia al momento actual señalando que “en medio de esta pandemia que está azotando la Humanidad, recibes el ministerio sacerdotal. Pero tú has de mostrar con tu vida que Él está aquí entre nosotros, que quiere que reconstruyamos la vida de los hombres en todas las dimensiones, no solo en lo social y económico”. Por eso le pidió que hiciera “todo lo posible por dar fundamentos, por dar a entender que juntos los hombres, dándonos la mano, como pide el Papa Francisco en esta última encíclica que nos ha dado, mirando hacia los otros, y los unos por los otros, podremos salir de toda situación”. Y concluyó: “Predica esto, muestra el rostro del Señor: que para esto sepan los hombres que estamos en este mundo, no para destruirlo sino para darnos los unos a los otros, para defender siempre la vida y no la muerte”.

Has de mostrar con tu vida que Él está aquí entre nosotros

El P. Miguel Subirachs, amigo del P. Pou desde la juventud, durante la imposición de manos

Todo lo puedo en Aquel que me conforta

Haciendo referencia a la segunda lectura (Flp 4, 12-14. 19-20), el Cardenal recordó al P. Rafael que es Dios quien nos sostiene: “En medio de todas las dificultades que puedas tener en la vida ‘todo lo puedo en Él’, nos dice el apóstol Pablo, en aquel que me conforta”. Y le animó a estar atento porque “cuando a veces nos fiamos de nuestras certezas, de nuestras cualidades personales, en el fondo estamos poniendo trabas al Señor”.

Dios sostiene al sacerdote “para que pueda decir a todos los hombres ‘tomad y comed que este es mi cuerpo’. Para que los alimente con el alimento que nos hace grandes, que amplía nuestro corazón, que nos hace sentirnos hermanos de todos, para que puedas acercarte a los hombres cuando aún no han conocido al Señor y los hagas miembros de la Iglesia en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

Cuando a veces nos fiamos de nuestras certezas, de nuestras cualidades personales, en el fondo estamos poniendo trabas al Señor

“Querido Rafael -continuó D. Carlos-, sostenido por el Señor, haz posible que nunca se resquebraje la fraternidad. Imita al Señor, que desde los primeros momentos rescató la fraternidad. El Señor te llamó a rescatarla. El Señor que conquistó tu corazón”. Por eso le pidió: “Conquista el corazón de los hombres al estilo de Jesucristo”.

Al término de la ordenación, en un momento de conversación del Cardenal Arzobispo de Madrid con el P. Rafael Pou y el P. Javier Cereceda

Convocar a la fiesta

Y concluyendo con la lectura evangélica de la Misa (Mt 22, 1-14), el Arzobispo de Madrid explicó que el Señor compara el Reino de Dios con un banquete: “Jesús nos entrega esta parábola como una metáfora para invitar a todo ser humano a llenarse de los anhelos más profundos”. Y en este contexto, aclaró, “Dios llama a todos, y llama a la mayor felicidad posible dentro de las limitaciones que pueda haber. Dios nos invita a que seamos felices”. Y una vez más le recordó al P. Pou su misión: “Anuncia esto a los hombres”. Es más: “Dedica exclusivamente tu vida a hacer esta invitación, a la manera de Jesús: hoy el Señor te dice que tu oficio es convocar a todos los hombres a la fiesta”.

“Tú vas a ser ordenado sacerdote, y para todos es la invitación a la fiesta”, por lo que le animó a no cometer errores: “No confundir con nuestros gustos, porque si es por nuestros gustos quizá solo invitaremos a un determinado grupo; o con nuestros proyectos, porque a veces tenemos nuestros propios proyectos y son diferentes a los de Dios».

Dedica exclusivamente tu vida a convocar a todos los hombres a la fiesta

Fotografía de todos los sacerdotes celebrantes al final de la ordenación sacerdotal del P. Rafael Pou

Dios cuenta contigo

Finalmente, don Carlos insistió en la vocación a la que ha sido llamado el nuevo sacerdote: “Dios te ha escogido para que seas Él en medio de los hombres. Vive con su fuerza, esto es lo que te va a confortar. Dios va a proveer todas las necesidades que tengas. Jesucristo va a actuar en tu nombre para que des de comer y des el sentido de la vida a la gente con la que te vas a encontrar”.

“Anunciar a Jesús -finalizó el obispo- supone anunciar que Dios te ama, Dios te quiere, Dios te abraza, Dios quiere contar contigo. Dios vive en medio de los hombres. No hablas en nombre de un muerto de hace siglos. Muestras el rostro de Cristo”.

Reportaje de la ordenación, con escenas y testimonios

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