Padre Rafael Pou LC

P. Rafael Pou, L.C.: “Me parece precioso formar parte de una comunidad redimida por la misericordia de Dios»

Padre Rafael Pou LC
Padre Rafael Pou LC con el Padre Igancio Rubio LC
  • Todos los datos sobre la ordenación sacerdotal y la retransmisión online, aquí

“Mis padres eran laicos de Regnum Christi desde antes de casarse, me bautizó un legionario, fui del ECYD y de la sección de jóvenes laicos de Barcelona… El Regnum Christi ha sido el lugar donde me he encontrado con Cristo y donde me decidí a seguirle”. Esta es parte de la trayectoria del P. Rafael Pou, L.C., que será ordenado sacerdote, el próximo 11 de octubre, en Pozuelo de Alarcón, por el Cardenal Arzobispo Carlos Osoro. En vísperas de su ordenación, hemos hecho un repaso con él sobre cómo descubrió su vocación, cómo se está preparando para la ordenación, su relación con los jóvenes o por qué quiere ser hoy legionario de Cristo. A esto último responde sin reparos que “en la Legión, Dios hizo vibrar mi corazón con ese deseo de sintonizar con Cristo en su pertenecer totalmente al Padre y ser enviado a los hombres”, y “porque me parece precioso poder formar parte de una comunidad redimida por la misericordia de Dios, no de un grupo perfecto e inmaculado con el expediente impoluto”.

En un campamento del ECYD usted escuchó esta frase: “Jesucristo quiere ser tu amigo, y te necesita para cambiar el mundo”. ¿Esas palabras son capaces de cambiar el corazón de un niño de 9 años, o ya venía usted con alguna inquietud por la vocación sacerdotal?

Las palabras tienen un gran poder. Una palabra puede afirmar el valor de una persona o destruirla para siempre. Pero sólo la Palabra de Dios puede descubrir nuestro misterio más profundo, y revelarnos quiénes somos y quiénes estamos llamados a ser. Nosotros permanecemos en realidad muchas veces a oscuras sobre nosotros mismos. Sólo Él sabe quiénes somos. Y, a veces, nos manda alguna “palabra” que nos revela un poco de su designio para nosotros, y que realiza algo nuevo con nuestras vidas… ese momento de niño fue, efectivamente, una de esas ocasiones.

Yo interpreto ese momento no como una llamada a la vocación sacerdotal –que no había sentido aún ni la sentí entonces-, sino como la vocación al Regnum Christi (en ese momento, a través del ECYD). En la que, por supuesto, Dios sabía que estaba ya el germen también de mi vocación sacerdotal, que me revelaría en otro momento, al que aludía antes.

Las palabras tienen un gran poder. Una palabra puede afirmar el valor de una persona o destruirla para siempre. Pero sólo la Palabra de Dios puede descubrir nuestro misterio más profundo, y revelarnos quiénes somos y quiénes estamos llamados a ser.

El P. Rafael Pou, ya diácono, celebrando boda de su hermana, en Barcelona

¿Entonces cómo fue la llamada al sacerdocio? ¿Le habló el Señor? ¿Le dijo alguna palabra?

Tenía 18 años y estudiaba Derecho en Barcelona, cuando, en un retiro de fin de semana en Vic, con mi equipo de Reino, cometí la prudencia de preguntarle a Dios: “Señor, ¿qué quieres de mí?”. Para mi sorpresa, el Señor me dio una respuesta inmediata y directa: “Te quiero legionario de Cristo”. Así empezó un proceso que duraría todo ese curso, y en el que se debatirían la llamada de Dios, por un lado, y mi inicial resistencia ante lo que parecía ser una renuncia a mis planes y a mi felicidad, y que se acabaría revelando como el modo en que Dios quería saciar mis deseos de felicidad y llevar a plenitud mi identidad.

“Señor, ¿qué quieres de mí?”. Para mi sorpresa, el Señor me dio una respuesta inmediata y directa: “Te quiero legionario de Cristo”. Volví a escuchar su invitación ante el monumento: “Rafa, ¿me amas? Apacienta mis ovejas”

En Semana Santa, el Jueves Santo, volví a escuchar su invitación ante el monumento: “Rafa, ¿me amas? Apacienta mis ovejas”. Decidí ir al candidatado para resolver la cuestión, y ahí viví un proceso muy bonito en el que, a medida que confiaba e iba dejando mi vida en manos de Dios, me iba llenando de paz y de felicidad, y de entusiasmo por el camino que Él me proponía en la Legión.

Después, naturalmente, no han faltado dificultades, pero me gusta siempre decir que el seguimiento de Cristo no es un imperativo moral, un deber, sino el anuncio de una alegría más grande, de la llave que puede abrir la cerradura de tu corazón, de tu sed de felicidad.

El seguimiento de Cristo no es un imperativo moral, un deber, sino el anuncio de una alegría más grande, de la llave que puede abrir la cerradura de tu corazón, de tu sed de felicidad.

¿Qué le dice estos días el Señor? ¿Cómo se está preparando para la ordenación sacerdotal?

Entre otras cosas, me ayuda y me conmueve contemplar, en el rosario, los “misterios sacerdotales”: Jesús orando en el monte y eligiendo a los doce, enviándolos en su nombre, reuniéndolos en la Última Cena, con Juan al pie de la cruz, entregándoles su espíritu resucitado y otorgándoles el poder de perdonar los pecados…

El corazón de los jóvenes está hecho para una plenitud que sólo Él les puede dar

Trabaja principalmente con jóvenes en la UFV: ¿Cómo se les dice que Jesús quiere ser su amigo y les necesita para cambiar el mundo?

A menudo los jóvenes tienen una imagen deformada de Dios, que parece una figura inquietante, exigente… y en el mejor de los casos, un “Jesús amigo” que no han experimentado, sin embargo, como Salvador. Por eso, me gusta explorar con ellos en qué sentido Cristo viene a salvar su vida de los vacíos, sinsentidos y mecanismos tóxicos en los que muchas veces nos metemos, y que la Revelación llama “pecado”. Cómo su corazón está hecho para una plenitud que sólo Él les puede dar. Cuando se experimenta eso, el envío apostólico es una consecuencia espontánea, natural.

El P. Pou, con su comunidad

Los que seguro que tuvieron algo que ver y acompañar esa vocación fueron y son sus padres y toda su familia. Sus padres del RC incluso antes de casarse, usted es antiguo alumno del colegio Real Monasterio de Santa Isabel, miembro del ECYD y de la sección de jóvenes de Barcelona… ¿Se planteó alguna vez otra vocación que no fuera la de legionario, quizá diocesano u otra congregación?

No, realmente.

¿Entonces por qué legionario de Cristo hoy?

¡Porque Él me llama! Esa es la única respuesta válida, ya que la vocación no es la elección del mejor producto en un supermercado, sino de la escucha del plan de amor de Dios para mí. Porque en la Legión, Él hizo vibrar mi corazón con ese deseo de sintonizar con Cristo en su pertenecer totalmente al Padre y ser enviado a los hombres. Porque me parece precioso, en esta sociedad neopuritana, poder formar parte no de un grupo perfecto e inmaculado, con el expediente impoluto, sino de una comunidad redimida por la misericordia de Dios…y acoger cada día más esa redención, y dar testimonio de que Cristo puede darnos una vida nueva, independientemente del pasado que llevemos a la espalda.

Cristo puede darnos una vida nueva, independientemente del pasado que llevemos a la espalda

¿A qué le gustaría dedicarse como sacerdote?

¡En lo que estoy! Pastoral de jóvenes y docencia en la UFV y en la sección de Reino de Madrid. Me parece un lugar ideal para anunciar el Evangelio y para compartirlo con los jóvenes.

El Capítulo General de los legionarios 2020 escogió tres valores orientadores para los próximos 6 años de la congregación; autenticidad, comunión, celo apostólico ¿Qué significa cada una de esas cosas para su vocación?

Ser profecía de Cristo en el mundo, trailers de una película que el mundo todavía no ha visto, aunque crea conocer el cristianismo. Serlo viviendo unidos, con una unidad que no se produce espontáneamente ni la producen las normas, sino que es fruto del Espíritu. Y compartir esa alegría con ese mundo sediento de felicidad.

PIM, PAM, PUM: Le digo una palabra y responde con otra:

  • Cárcel:     Mt 25
  • Ordenación sacerdotal    Mc 3, 13
  • COVID-19 Lc 12, 13
  • Apostólica de Valencia: Mt 19,14
  • Salamanca: Galilea / Jn 1,36
  • Jóvenes:   1 Juan 2
  • Cambiar el mundo: Lc 12, 49
  • El Regnum Christi en Barcelona: Mc 4, 26
  • Legionario de Cristo: 2 Timoteo 2
  • Sacerdote: Jn 15, 14
  • Papa Francisco: Mt 16
  • Consagrada: Jn 12, 3
  • Laico Mt 5, 13
  • Laico consagrado Mt 23, 8
  • Cielo Filipenses 1, 21
  • Jesús Jn 20, 28
  • Comunidad Jn 17, 21
  • Miedo: que la sal se vuelva sosa
  • Un libro: ¡Imposible elegir uno!
  • Una película: El Padrino
  • Una canción: Oceans
  • Personaje favorito: Gandalf
  • Número favorito de los Estatutos del Regnum Christi: 8
  • Un número de las Constituciones de los LLCC: 11
  • Su santo favorito: San Juan Pablo II

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